Es tiempo de torrijas. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y, aunque este año y debido a las circunstancias impuestas por el COVID-19, será muy casera, no va a impedirnos saborear uno de los postres-merienda más típicos de estas fechas: las torrijas.
Durante décadas fueron consideradas alimento ‘de pobres’, por los ingredientes básicos con los que estaban elaboradas (pan y leche), y por ser todo un combustible energético para combatir el ayuno impuesto durante la Cuaresma, en la que estaba vetado el consumo de carne, de ahí que empezara a identificarse la degustación de las torrijas con la Semana Santa y sus previas.
Una tradición que se conserva hoy. Así que en estos días de cobijo hogareño, vamos a aprovechar para realizar este postre tan pascuero. Sencillo, pero delicioso, tres ingredientes bastan para darle forma: pan, huevos y leche.
¡Manos a la obra!
¿Qué necesitamos?
· Una barra de pan
· ½ litro de leche
· 3 huevos
· Aceite de girasol
· Azúcar y / o miel
Receta
1. Cortar la barra de pan (preferiblemente del día anterior, para que se endurezca) en rebanadas de un dedo de grosor.
2. Empapar las rebanadas de pan en leche, que habremos puesto previamente en un bol.
3. Una vez empapadas, pasar las rebanadas por huevo.
4. En una sartén, poner aceite y cuando esté muy caliente, freír las rebanadas de pan hasta que estén doradas.
5. Dejar las rebanadas, una vez fritas, sobre papel de cocina para que absorban el aceite.
6. Antes de dejar enfriar, rebozar en azúcar o cubrir la superficie de la torrija con miel. Al gusto.