Esta impresionante y curiosa seta que ilustra la portada del ‘post’ de CasaBielsa se llama ‘huevo de rey’ (también conocida popularmente como ‘oronja’ o ‘amanita de los césares’, o Amanita caesarea en su nombre científico) y es la excusa perfecta para hablar de la temporada micológica que llena de color, sabor y aroma nuestro otoño. Es cierto que este tipo de seta no es habitual de nuestros montes, porque se coge en terrenos silíceos, pero sí crece en términos muy próximos a nuestro pueblo, Mosqueruela, como son Puertomingalvo, el entorno del Penyagolosa, la Sierra Espadán “y la zona entre Rubielos y Mora, que es silícea”, comenta Melchor Rovira, el experto en micología con quien hemos consultado para elaborar este artículo. “Los boletus también salen a las mismas zonas”, señala.
En Mosqueruela, la temporada micológica está siendo buena. “Ha llovido en el momento oportuno, es decir, entre finales de agosto y principios de septiembre, pero le ha costado mover a las setas porque aún hacía poco calor en esas fechas; Mosqueruela está a 1.500 metros de altitud y la temperatura era demasiado baja entonces”, explica Rovira. Sin embargo, el clima ha dado un giro y en este momento la temperatura no es la mejor aliada para las setas, que requieren calidez pero no tanta. “Ahora puede que haga demasiada calor, y falta lluvia. En los próximos 15 días no va a caer ni gota”.
En resumen, y según este experto, la temporada micológica en Mosqueruela se prevé “buena pero corta, estos últimos días de septiembre y los primeros de octubre serán los de máximo apogeo”.
Las setas más representativas del otoño en Mosqueruela son el robellón, la seta de cardo, el champiñón, la babosa blanca y babosa negra, las negrillas (fredolic) o la seta de chopo.
Así que con este suculento abanico, no queda otra que lanzarse a la búsqueda y disfrutar de una bonita jornada al aire libre. Eso sí, con mucho sentido común: respetando al máximo el entorno (el monte es riqueza, ¡hay que cuidarlo!); informándose bien antes de recolectar y consumir cualquier seta sobre la que emerja la más mínima duda; y planificando cada escapada: estudia la zona por la que te vas a mover y busca referencias que te permitan ubicarte a la hora de regresar.