Seguimos descubriendo rincones. Esta vez os proponemos una mini ruta senderista de trazado sencillo para acceder a una de las muchas joyas naturales que encierra el término municipal de Mosqueruela: el conjunto de pinturas rupestres que salpican el Barranco de Gibert, declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1998, catalogadas como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón y enclavadas en un paraje que no dejará indiferente al visitante.
Las pinturas rupestres de estilo levantino se hallan en la cornisa caliza del citado barranco.
El punto de partida para acceder a él es la carretera asfaltada que sale de Mosqueruela en dirección a la Iglesuela y Vilafranca del Cid. A unos 9,5 kilómetros de Mosqueruela, en el margen derecho del vial encontraremos la primera señalización del PRTE-76, un sendero de pequeño recorrido (poco más de 600 metros aproximadamente) que tras unos pocos minutos a pie conduce a una imponente masía de piedra en seco situada sobre el abrupto barranco. A la izquierda de la masía y protegidos por unas rejas de forja para evitar su deterioro, encontraremos los abrigos pétreos.
El primer abrigo concentra un gran número de figuras humanas con escenas de lucha, caza y animales aislados en tonos rojos y pertenecientes al denominado Ciclo Levantino. Datan entre los años 3.500 y 2.000 antes de Cristo, son de pequeño tamaño (entre 5 y 10 centímetros) y entre ellas destaca una escena de caza con 27 figuras, como la de un arquero.
Por su parte, el segundo conjunto de pinturas pertenece al conocido como Ciclo Esquemático. Está a apenas 50 metros del primero y en la parte izquierda de la valla. Lo integran cuatro figuras (tres pinturas y un grabado), con trazos en tonos rojos.
Las pinturas de arte rupestre del barranco de Gibert fueron descubiertas hace tan solo unos años y su importancia las ha hecho merecedoras de la protección de la UNESCO. Además este espacio de gran belleza presenta una curiosidad: su altura. Y es que sus 1.360 metros sobre el nivel del mar lo sitúan entre los conjuntos de arte rupestre más elevados de la Península Ibérica.
Se dice que la ubicación de este conjunto artístico prehistórico podría responder al objetivo de marcar los lugares de caza, ya que el lecho del barranco actuaría como barrera para los animales, que quedaban al alcance de las flechas lanzadas por los arqueros desde la cima. Además en la zona abundan aún hoy las cabras montesas.
Y si no queréis quedaros aquí y deseáis seguir el explorando, os recomendamos la visita a una cima cercana: una profunda cavidad que comunica la parte alta del monte con el lecho del cauce, fruto de los movimientos tectónicos y las filtraciones en la roca caliza.
Más información en la web de la Comarca Gúdar-Javalambre: http://www.sitgj.com/sit_v2/index_2d.php