Las vacaciones son sinónimo de relax, pero para much@s también de ‘ocio activo’. Y en este ocio activo el senderismo o las rutas en bici cobran un lugar destacado en la lista de ‘cosas que hacer en verano’, sobre todo si el destino vacacional elegido es una población de interior como la nuestra, Mosqueruela, en la provincia de Teruel.
Una localidad pequeña pero con un vasto término municipal repleto de pequeñas joyas naturales como la que os proponemos visitar a través de una ruta senderista y cicloturista que podréis practicar en familia. Hablamos del Pino de los Lores, un ejemplar de pino negral de 30 metros de alto, 4,40 metros de circunferencia y copa gigante que se erige, imponente y señorial, en la partida de Los Lores, donde comparte amaneceres junto a otros cinco espectaculares pinos más.
Al parecer, estos ejemplares se dejaban crecer con el fin de reservarlos para la construcción o restauraciones de masías, utilizándolos como vigas madre para los tejados.
La ruta puede hacerse a pie o, si sois amantes de las dos ruedas, en bici. Esa compañera de viaje que podéis incluir sin problemas en vuestro equipaje vacacional, porque en Casa Bielsa disponemos de un amplio garaje a disposición de nuestros clientes donde vuestras bicicletas quedarán a buen recaudo durante toda vuestra estancia.
El trayecto tiene una longitud total de 10 kilómetros (5 de ida y 5 de vuelta), está perfectamente señalizado y resulta sencillo e idóneo para practicar en familia. El tiempo estimado es de una hora y media (3 horas en total), y aproximadamente de la mitad si lo recorréis en bicicleta. Y antes de partir, una recomendación: llevaos un buen almuerzo o merienda para degustarlo bajo el fresquito de las copas de este conjunto de pinos monumentales y en un paraje que os dejará con la boca abierta.
Aquí os mostramos el itinerario del PRTE-77 Pinos Lores, gracias a las indicaciones facilitadas por la comarca Gúdar-Javalambre y que podéis consultar más al detalle en este enlace: http://www.sitgj.com/sit_v2/index_2d.php.
SI VAIS A PIE
La ruta empieza en la parte alta de la población, por la carretera asfaltada en dirección a la ermita de San Lamberto. En la primera bifurcación, dejando la ermita a la izquierda, tomamos el camino que arranca a la derecha. Una vez llegados a un cruce con poste direccional de madera que pone Las Truchas, continuamos por otro camino similar que surge a la izquierda, bordeado por un muro de piedra seca, emblema de la arquitectura rural tradicional de esta parte de la provincia de Teruel.
El camino sigue por campos de cultivo, lomas y bancales, hasta llegar a un cruce del que sale, a la derecha, un pequeño sendero cubierto de hierba. Pino silvestre, enebro, cojín de monja, espino y endrinos alfombran el suelo, a una altura de 1.500 metros. La senda va cobrando forma de camino y llega a una gran explanada, que atravesaremos a lo recto, siempre con el muro de piedra seca a la derecha y siguiendo las marcas de pintura del suelo.
Llegará un punto en el que nos cruzaremos con un camino de tierra que tomaremos a mano izquierda dejando una cantera al fondo a la derecha. Tendremos que continuar de frente, con unos corrales de ganado y el campo de tiro a mano izquierda como referencia y visualizando unos curiosos mojones de piedra seca en hilera. Cuando la valla metálica del recinto de tiro comienza a redondear, nos desvinculamos del camino, para seguir de frente, campo a través. La referencia serán a partir de ahora esos grandes mojones y las marcas preceptivas de pintura en blanco y amarillo sobre ellos.
El Pico de Peñagolosa quedará a nuestra derecha, y con esta orientación proseguimos hasta llegar a una ancha pista que a la derecha conduce a la cantera y que cruzamos, ignorándola, para seguir campo a través y siempre guiándonos por los mojones. Cuando lleguemos a un camino de tierra dura y compactada, nos desviaremos hacia la izquierda, dejando al frente y a la derecha una cantera abierta. A los cinco minutos de marcha, en una falsa bifurcación, giraremos a la derecha siguiendo por el lado izquierdo de los eriales, a la altura de la masía de La Balsilla. El camino se ciñe a unos vastos muros de piedra seca, perfectamente conservados, entre campos de trigo a la izquierda y yermos infinitos a la derecha. Obviamos el primer camino con el que nos cruzamos en este tramo y seguimos de frente, ya en suave descenso. El firme ahora es pedregoso y nos conduce al ya visible desde lejos Pino de Los Lores.
Poco a poco, el camino se convierte en lecho de un barranco, hasta llegar a una portera, en una apacible explanada donde este gran ejemplar de hechura monumental, comparte protagonismo, y años, con otros familiares de su misma especie. ¡Hemos llegado!
SI ELEGÍS LA BICI
La ruta en bici comparte una gran parte del camino marcado si se hace a pie, pero el punto de partida cambia si elegimos las dos ruedas para pedalear desde Mosqueruela hasta el Pino de Los Lores.
Hay que tomar la misma carretera asfaltada que sale de la población en dirección a Vilafranca, y una vez pasemos el primer cruce a mano izquierda por el que nos desviaremos (hacia San Lamberto) si vamos a pie, seguimos unos metros más hasta la llamada capita, el sendero que sube hasta la ermita de San Antonio por el margen derecho de la carretera. Una vez a esta altura nos desviaremos por la pista que queda justo frente a la capita, a mano izquierda, y seguiremos el camino hasta llegar a una gran explanada y atisbar el campo de tiro. A partir de este punto, seguiremos el mismo trayecto marcado para la ruta a pie, hasta Los Lores.